La experiencia de empleado ha ido evolucionando a medida que la relación de la empresa con el empleado también lo hace; es por ello que con el paso del tiempo los modelos de experiencias han girado en torno a diferentes conceptos, centrándose al principio en la utilidad hasta llegar a tener la experiencia como enfoque.
Dicho concepto se diferencia del resto de modelos por querer conocer la opinión del empleado sobre la propuesta de valor de la empresa, poniendo al trabajador en el centro y preguntado directamente sus necesidades y expectativas. El hecho de gestionar la experiencia es muy importante, pues se trata de un proceso cognitivo que permite avanzar en el conocimiento de factores individuales comprometidos en las decisiones de las personas.
Sumar las percepciones del empleado de todo lo que vive en su relación con la empresa y que además influye en sus sentimientos, actitudes y comportamientos a lo largo de su ciclo de vida como empleado, tiene una manera de calcularse:
- Preguntar directamente al trabajador lo que le importa y, a través de sus respuestas, se configuran las expectativas.
- Conocer lo que actualmente recibe, es decir, cuán satisfecho está el empleado con cada fase de su vida laboral.
Las respuestas variarán en función de lo que reciba la persona: poca remuneración, falta de reconocimiento, buen trabajo en equipo, cómo la empresa gestiona mis situaciones personales, etc. Para nosotros la experiencia de empleado es la diferencia entre las expectativas del empleado y las percepciones reales.
¿Qué beneficios y retorno de la EX existen?
- Personalización: La experiencia de empleado parte de definir arquetipos de empleados que nos permitan un mayor conocimiento de sus perfiles, de sus necesidades y sus expectativas. Por tanto, nos permiten acertar mucho más con aquello que va a impulsar su compromiso, su motivación y su desempeño, entre otros.
- Gestión integral del ciclo de vida del empleado: Esta gestión del ciclo nos permite monitorizar cómo evoluciona la relación del empleado con la empresa desde que inicia hasta que la finaliza. Pudiendo así́ predecir comportamientos que son fundamentales para asegurar la continuidad del negocio y el mantenimiento de resultados en la compañía y saber cómo hacer evolucionar a los empleados de una etapa a otra. En definitiva, nos permite un mayor control de lo que sucede en la relación con nuestros colaboradores.
- Participación: Al ser cocreado por los empleados, más que participar, se involucran. La empresa, a su vez, tiene una corresponsabilidad con el empleado, que asume que la EX también es responsabilidad suya y forma parte de ella. Y, por tanto, conseguimos una mayor probabilidad de acertar.
- Eficiencia: Al concentrarnos en los momentos de la verdad, nos permite focalizar las iniciativas de mejora en aquellos momentos que más importan a los empleados. A diferencia de modelos de gestión antecedentes en los que se gestionaba todo lo que salía mal en las encuestas, aquí́ lo que hacemos es mejorar aquello que el empleado nos ha dicho que es lo más importante para él. Esto nos permite ser más eficientes en la gestión de los recursos.
- Vínculo con indicadores clave del negocio: La gestión de la experiencia del empleado nació́ para mejorar la experiencia del cliente. Donde más avances encontramos es en diferentes estudios que ven este vínculo con la experiencia de cliente.